Militantes armados atacaron y secuestraron un tren de pasajeros en la provincia de Baluchistán de Pakistán, matando a tres personas y tomando a más de 450 pasajeros como rehenes. Las fuerzas de seguridad paquistaníes lanzaron una operación, rescatando a más de 100 personas mientras mataban a 16 militantes.
Los disparos pesados continuaron durante la noche mientras las fuerzas de seguridad trabajaban para despejar el área. Al menos 20 soldados también fueron asesinados en el intercambio de una fuerte emboscada.
¿Cómo se desarrolló el ataque?
Los atacantes, identificados como miembros del Ejército de Liberación de Baloch (Bla), explotó la vía del ferrocarril, obligando al tren a detenerse en un área remota. Luego abordaron el tren y tomaron el management, separando a los hombres de las mujeres.
“La gente comenzó a esconderse debajo de los asientos en pánico. Los militantes separaron a los hombres de las mujeres. Me permitieron ir a mí y a mi familia porque les dije que period un paciente con el corazón”, dijo Allahditta, un pasajero de 49 años.

Algunos pasajeros fueron liberados y caminaron durante horas para alcanzar la seguridad. Una mujer que fue liberada dijo: “Estaba en el tren con mi padre y mi hermano cuando los militantes nos llevaron como rehenes. Me dejaron ir, pero todavía están allí”.
Caídas y esfuerzos de rescate
El conductor del tren, un oficial de policía y un soldado fueron asesinados en el ataque. Las fuerzas de seguridad continuaron operaciones durante la noche, con informes de disparos pesados. “La operación de autorización está en curso”, confirmaron fuentes de seguridad.
¿Quién es responsable?
El BLA se atribuyó la responsabilidad del ataque, continuando su insurgencia contra el estado paquistaní. El grupo ha intensificado la violencia en Baluchistán, atacada a civiles y fuerzas de seguridad.

En los últimos meses, ha llevado a cabo ataques mortales, incluido un bombardeo en la estación de ferrocarril de Quetta que mató a 26 personas.
¿Por qué Baluchistán es una zona de conflicto?
Baluchistán, la provincia más grande pero más pobre de Pakistán, ha sido durante mucho tiempo el hogar de movimientos separatistas.
Los militantes afirman que los recursos naturales de la región son explotados por extraños, dejando poco beneficios para los locales. La violencia se ha intensificado desde que los talibanes recuperaron el management en Afganistán, y Pakistán acusa a Kabul de albergar militantes, una acusación que los talibanes niega.
En 2013, Baluchistán vio la más alta violencia militante en casi una década.