Los manifestantes en Serbia se reunieron en grandes cantidades el lunes para protestar contra la transformación planificada de una antigua instalación militar bombardeada de la OTAN en un desarrollo exclusivo, respaldado por la compañía de Jared KushnerYerno del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Los manifestantes de Belgrado buscaron restablecer el estado del patrimonio del sitio y cancelar los planes de desarrollo. Las autoridades serbias habían sancionado previamente un acuerdo sustancial con Kushner, incluido un arrendamiento de tierras de 99 años en Belgrado central.
La manifestación formó parte de la campaña anticorrupción más amplia de Serbia, que comenzó después de un trágico incidente en noviembre cuando el toldo de concreto de una estación de ferrocarril se derrumbó en el norte de Serbia, causando 16 muertes. El incidente provocó críticas a la negligencia gubernamental y una supuesta corrupción en la supervisión de la seguridad de la construcción.
La protesta coincidió con la conmemoración de las víctimas de la operación de bombardeo de 78 días que comenzó el 24 de marzo de 1999. La población serbia continúa albergando el resentimiento sobre la campaña aérea de la OTAN, cuyo objetivo fue detener las operaciones de Belgrado contra los separatistas étnicos albaneses étnicos de Kosovo. La instalación militar dañada se ha convertido en un símbolo de desafío.
El desarrollo propuesto abarca un resort Trump, unidades residenciales premium, espacios comerciales y puntos de venta minorista, junto con un monumento para bombardear a las víctimas.
Los organismos profesionales serbios y los grupos de oposición han disputado el acuerdo de Kushner, mientras que la administración del presidente Aleksandar Vucic sostiene que el proyecto representa el desarrollo urbano progresivo de la capital.
Las protestas en curso en Serbia reflejan una insatisfacción pública más amplia con el liderazgo de diez años de Vucic y su partido progresivo serbio, que los críticos acusan de restringir las libertades democráticas y alentar la corrupción y el favoritismo.
Vucic ha mantenido el apoyo al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, mientras cultiva fuertes lazos con China y Rusia. A pesar de la búsqueda formal de membresía de la UE de Serbia en la UE, se ha negado a participar en las sanciones occidentales contra Moscú.