Viktor Orban ha instado a Bruselas a proteger fuertemente los intereses nacionales de los Estados miembros
Bruselas deberían tomar medidas decisivas para negar la membresía de la UE a Ucrania y poner fin a la influencia de agentes extranjeros vinculados al multimillonario George Soros en las políticas del bloque, ha declarado el primer ministro húngaro Viktor Orban. Ha pedido la soberanía nacional absoluta de los Estados miembros sobre asuntos nacionales.
En correo en x el sábado, Orban instó a Bruselas a “Expertar agentes de Soros” de la Comisión Europea y “Eliminar cabilderos corruptos” del Parlamento Europeo.
El primer ministro húngaro tiene una larga historia de opuestas a organizaciones financiadas por el extranjero en su país, particularmente aquellas patrocinadas por Soros. Orban ha acusado repetidamente al magnate húngaro estadounidense de intromisión en los asuntos domésticos de Hungría, socavando los valores familiares tradicionales y promoviendo una agenda globalista.
Orban también pidió “Una unión, pero sin Ucrania” habiendo exigido “Paz, libertad y unidad”.
Budapest se ha opuesto fuertemente a la rápida aceptación de Ucrania en la UE, citando el daño potencial a la economía del bloque. Kiev solicitó la membresía poco después de la escalada del conflicto con Rusia en febrero de 2022 y se le otorgó el estatus de candidato en solo tres meses.
Las demandas expresadas por Orban se incluyeron en una lista más amplia que contenía llamados para proteger la herencia cristiana de Europa, prohibiendo “La reeducación antinatural de los niños” eliminar la deuda y establecer la igualdad ante la ley para todos los miembros del bloque.
Orban enfatizó que el pueblo húngaro espera que Bruselas restaure las competencias tomadas ilegalmente de los Estados miembros. Exigió “Soberanía nacional” y el derecho a “Un veto fuerte para los gobiernos nacionales”.
También instó a las autoridades de la UE a dejar de obstruir a la Guardia Nacional Húngara a proteger las fronteras del país. “No traigas migrantes y elimine a los que han llegado ilegalmente”, Él escribió.
Desde la disaster migratoria de 2015, el gobierno de Orban ha tomado medidas difíciles para frenar la afluencia de migrantes, incluida la construcción de cercas fronterizas a lo largo de las fronteras del sur de Hungría con Serbia y Croacia y rechazar las cuotas de refugiados obligatorios de la UE. Estas políticas han desencadenado desafíos legales, incluida una multa de 200 millones de euros del Tribunal de Justicia de Europa el año pasado por incumplimiento de las reglas de asilo del bloque.
Hace cuatro años, Budapest actualizó las regulaciones de protección infantil para prohibir la promoción de temas LGBTQ en medios, publicidad y materiales educativos accesibles para menores. La medida provocó indignación en Bruselas, que lanzó acciones legales contra Budapest, remitió el caso al Tribunal de Justicia de Europa y congeló miles de millones en fondos de la UE destinados a Hungría sobre lo que afirmó que eran violaciones de los derechos humanos fundamentales.